Carta al lector No. 41

 

La verdadera magia de los Reyes Magos no está en los juguetes que dejan, sino en su presencia; el hecho de que un niño reciba un regalo, lleva implícito para él que su comportamiento ameritó la visita de unos gentiles extraños, que bondadosamente premian su educación y disciplina. La inocencia no ve la marca u ostentación del regalo, simplemente ve que su buen comportamiento deja beneficios. 

Por desgracia, cuando se es adulto se rompe con esa inocencia y se pierde la perspectiva de las cosas. Tal como nos lo explica Antoine de Saint “… Si le decimos a una persona mayor: ‘Vi una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado’, jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: ‘Vi una casa que cuesta cien mil pesos’. Entonces exclaman entusiasmados: ‘¡Oh, qué preciosa es!’…” 

Si coincidimos en que lo principal de la vida es la felicidad, entonces sigamos el consejo de grandes personajes y tratemos de volver a ser niños. 

Espero que sus propósitos de Año Nuevo estén más basados en la Superación del Ser, que en la del tener. 

Nuevamente les agradezco su preferencia y sigan cultivándose.

Sólo hay un bien, el conocimiento; sólo hay un mal, la ignorancia”. Sócrates. 

Acerca de Abel Hernández

Consultor en Informática, Director de ¿K'atsiyatá? La Revista Cultural de Papantla, Miembro del Club Rotario de Papantla, Secretario de la Cruz Roja Delegación Papantla, Miembro del Grupo Cultural Papán Real, Coordinador Municipal de Papantla de la Unión de Escritores Veracruzanos, Miembro del Comité Pueblos Mágicos de Papantla. Miembro del Consejo Supremo Totonaco A.C.
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