La consultora de trabajo estadounidense CareerCast.com ha elaborado un ranking con los mejores y los peores empleos para 2013. Para valorarlos se tuvieron en cuenta cinco criterios: exigencias físicas, ambiente de trabajo, los ingresos, el estrés y las probabilidades de contratación. Así, el mejor trabajo supondría, en teoría, una buena calidad de vida con un mínimo de estrés.
La lista, que incluye 200 trabajos distintos, sitúa como mejor profesión de 2013 la de actuario, una persona «con estudios de Derecho y altos ingresos que interviene con fe pública en la tramitación de autos procesales», tal y como lo define la RAE. El segundo lugar lo ocupan los ingenieros biomédicos, seguidos de los ingenieros de software, los audiólogos, los planificadores financieros y los higienistas dentales.
El séptimo puesto es para los terapeutas ocupaciones, una profesión sociosanitaria que a través de la valoración de las capacidades y problemas físicos, psíquicos, sensoriales y sociales del individuo pretende, con un adecuado tratamiento, capacitarle para alcanzar el mayor grado de independencia posible en su vida diaria. Y les siguen los optometristas encargados de estudiar la función del ojo, los fisioterapeutas y los analistas de sistemas computacionales. Entre los veinte primeros hay otros puestos vinculados a la ciencia como patólogo, fisiólogo, veterinario, dietista, farmacéutico, matemático y estadista.
En cuanto a los últimos de la clasificación, el peor trabajo ha resultado ser periodista de prensa, seguido de leñador, militar profesional, actor y trabajador en una torre petrolera.
K'atsiyatá, La Revista Cultural de Papantla 